El solitario Penguin es una variante única del juego clásico, donde el objetivo es ordenar todas las cartas en cuatro celdas de base. Comienzas con siete columnas de cartas y debes moverlas a las celdas de base, organizándolas del As al Rey y del mismo palo. Puedes mover secuencias descendentes en las columnas, alternando colores. A diferencia de otros solitarios, las cartas se reparten todas al principio. El desafío radica en utilizar estratégicamente las celdas de base y mover las cartas según las reglas específicas del juego. Ganar implica completar con éxito la organización de todas las cartas en las celdas de base.